dissabte, 30 de gener del 2010

Resumen del texto

El texto "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" de Oliver Sacks, nos explica un diagnóstico real sobre la percepción del Doctor P.

Este paciente tiene un daño en la corteza del cerebro, motivo por el cual no puede identificar las cosas mediante la vista y tiene totalmente anulado la percepción del lado izquierdo. Su visión se limita a ver los pequeños detalles. No obstante, este daño no afecta en absoluto al resto de sus sentidos sensoriales y es a través de estos con los que se guía en el mundo real.

Mediante sobretodo, el tacto y la oída, descifra todo lo que a él le rodea. Además también puede tener una visión parcial sobre algún rasgo característico de las caras de las personas. Su gran memoria, además le permite recordar todos los sonidos que ha escuchado y relacionar esos sonidos con la realidad, tanto si puede esa realidad son objetos como personas.

El médico que trató de averiguar que le pasaba a este hombre, tardó algún tiempo en saber exactamente que era lo que no funcionaba en su cerebro, ya que aparentemente todo parecía normal. Cuando después de diferentes pruebas, llega a la conclusión de que tiene un daño cerebral que no tiene remedio, prefiere no informar al Doctor P., ya que este cree que la forma en que él percibe el mundo es la “normal” y que no le pasa absolutamente nada. Tiene una vida feliz y ha aprendido a vivir con esa condición diferente a los demás.

En mi opinión, creo que este doctor ha hecho bien en no explicar al paciente lo que le pasaba, por qué si el mismo paciente cree que lleva una vida totalmente normal y que no le pasa nada porque vive feliz, que más da si no puede ver exactamente con la vista! Lo importante es que se sienta a gusto consigo mismo, y él lo está. No es mejor ni pero manera, la que el Doctor P. tiene de ver el mundo, simplemente diferente. La percepción del mundo está condicionada por diversos factores como puede ser el sexo, la cultura, la religión, las costumbres... y en este caso, el Doctor P, está condicionado por unas costumbres que son únicamente suyas, que es la de percibir a través de los otros sentidos que no sean la visión.